Colorín colorado, las pelotas me has tocado

Revisando las noticias del dia vía internet encontré esta tarde una que me dejó como una liebre cuando le dan las largas.
Una vez más el Ministerio de Igualdad ha emergido de su cloaca para enseñar al mundo lo que está bien y lo que está mal...
Corto y pego parte de lo que contiene la "guia para la educación infantil", editada por el Ministerio en cuestión:

"Los cuentos infantiles están llenos de estereotipos sobre las mujeres y los hombres. Casi todas las historias colocan a las mujeres y a las niñas en una situación pasiva, en la que el protagonista, generalmente masculino, tiene que realizar diversas actividades para salvarla. Es el caso de la Bella Durmiente, la Cenicienta, Blancanieves…"

Acojonante, pero no queda ahí la cosa y en la misma noticia se añade uno de los cuentos que a partir de ahora se considerará apropiado:

Hace no mucho tiempo, y en un lugar no tan lejano, vivía una princesa que se llamaba Alba Aurora, la cual tenía una hermosa cabellera negra a media melena, lo suficientemente larga como para que no se le enredara en las ramas de los árboles a los que le gustaba subir por las mañanas para ver el amanecer antes que nadie. Alba Aurora era muy delicada y amable, pero también muy ágil y deportista, y le encantaba ir todos los sábados a escalar montañas o a acampar en la playa.

Un día escuchó un ruido en su ventana. "¿Quién será?", se preguntó. Era nada más ni nada menos que el Príncipe Azul que venía a rescatarla, según le explicó. "¿Pero a rescatarme de qué?", preguntó Alba Aurora. "No sé", dijo desorientado el Príncipe Azul, "¿quizá de un brujo malvado o de un dragón malhumorado o de un ogro enorme?".

"¡Pero si no conozco ningún brujo malvado, ningún ogro enorme y, peor aún, ningún dragón malhumorado! Además, si fuera así, seguro que ya hubiera encontrado yo misma la forma de liberarme."

El Príncipe, muy triste al darse cuenta de que no tenía nada que hacer, se dispuso a bajar por la ventana por donde había subido, pero Alba Aurora le preguntó: “¿Conoces la muralla china?”. “¿La muralla china?, ¡pues no!”, exclamó él. Y ni bien terminó de decir no, ella lo cogió del brazo, bajaron juntos por la ventana, se subieron en la moto y se fueron juntos a conocerla.

Así fue cómo la princesa diferente y el Príncipe Azul se fueron a recorrer el mundo y se hicieron amigos… Y colorín colorado, este cuento tan sólo ha comenzado.

Si lo he entendido bien a partir de ahora las princesas de los cuentos se parecerán al Príncipe de Bequelar y los príncipes azules serán monstruos metrosexuales, alelados y que van en moto haciendo turismo rural.
No sé vosotros, pero yo ya me estoy imaginando a los hermanos Grimm retorciéndose en la tumba, pero de risa...

Las preguntas que se me vienen a la cabeza después de descojonarme leyendo la noticia son: ¿Habrá quema de libros en plazas públicas?, ¿se creará una lista negra de libros prohibidos? y, la mas aterradora de todas, ¿elegirá Bibiana Aido en persona los libros que deberán leer los chavales en el colegio?

La humilde opinión de este que escribe es que de seguir así los chavales de la próxima generación van a tener la cabeza tan confundida que no van a saber en que W.C tienen que entrar: en el de chicos o en el de chicas.

Para muestra un botón:



Moraleja del cuento: En el Ministerio de Igualdad tienen demasiado tiempo libre.

Ya me estoy imaginando a Perez-Reverte afilando el estoque....